Amigos por correspondencia – Carolina de Valle – Devocional Infantil

Amigos por correspondencia

1 Pedro 1:8amigos_por_correspondencia[1]

“A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso”.

– Como tarea de redacción, el profesor asignó a cada uno el nombre de un niño que vive en otra ciudad para que intercambiemos correspondencia – conto María llena de emoción – El nombre de mi amiga por correspondencia es Jenny Gómez.

María se sentó aquella noche a escribir su primera carta a Jenny. Le conto cada detalle de su vida, de su Iglesia y familia.

En poco tiempo llegó una carta de respuesta de Jenny. En ella le contaba acerca de su gran familia y de su casa en el campo e incluía una fotografía. Jenny también menciono que su familia no asistía a la Iglesia.

Durante los meses siguientes, María y Jenny intercambiaron muchas cartas. Ambas anhelaban conocerse algún día. Una tarde María entro corriendo a la cocina con una carta en la mano.

– ¡Mamá, mamá! – grito – El papá de Jenny viene a la ciudad en un viaje de trabajo y dice que Jenny también podría venir ¿Puede quedarse con nosotros ese fin de semana? ¿Si mami? ¿Sí?
– Tranquila – le dijo la mamá riendo – Le preguntare a tu padre pero estoy segura de que no hay problema.

Por fin Jenny se quedo en la casa de María y las dos niñas se divirtieron mucho hablando y conociéndose mejor.

Después de la cena el papá de María leyó algunos versículos de la Biblia. Uno afirmaba que Abraham era amigo de Dios.

– Señor Martínez – dijo Jenny – No entiendo. No sé quien es Abraham y no sé cómo alguien pude llegar a ser amigo de Dios. si no podemos verlo, ¿Cómo es posible que alguien pueda ser su amigo?
– Jenny dime como llegaste a ser amiga de María – le pregunto – ¿La viste primero?
– Bueno… no – respondió Jenny – María me conto todo por sus cartas.
– Dios también nos escribió una carta – dijo el papá de María – Es la Biblia, ella nos cuenta como es Dios y que nos amo tanto que envió a su Hijo Jesús para morir por nuestros pecados. Dice que si recibimos a Jesús como Salvador podemos conocerlo de manera personal aunque no podamos verlo.

Jenny medito en lo que dijo el papá de María, luego sonrió al ver a María.

– Bueno yo estoy muy contenta de conocer a María – dijo – Creo que me gustaría conocer más de Jesús.

Recuerda:

Aunque no puedas vera Dios, puedes aprender acerca del Él leyendo la Biblia, que es la carta de Dios para ti.

Autor: Carolina de Valle

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