¡Invitados que faltan! – Carolina de Valle – Devocional Infantil

¡Invitados que faltan!

Hechos 5: 12-14invitados_que_faltan_[1]

“Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón. Nadie entre el pueblo se atrevía a juntarse con ellos, aunque los elogiaban. Y seguía aumentando el número de los que creían y aceptaban al Señor.”

– ¿Tenemos que ir a la Iglesia esta mañana? – pregunto Bruno a su mamá – ¿No nos podemos quedar y prepararnos para recibir a los Mendoza?

Estos eran algunos antiguos vecinos, de otro pueblo, que venían de visita. La mamá reviso la casa y dijo:

– Todo está listo. La carne esta en el horno, la mesa esta lista, y la casa se ha limpiado de arriba abajo.
– Pero a lo mejor llegan temprano aquí – insistió Bruno – ¿No deberíamos estar aquí para saludarlos?
– Esta mañana vamos a la Iglesia – dijo el papá con firmeza mientras sacaba su abrigo del armario – Bruno me preocupa tu actitud últimamente. Tampoco querías ir a la Iglesia la semana pasada – Bruno solo se encogió de hombros.

Después de la Iglesias, Bruno y su familia apuraron para llegar a casa, esperando con gusto a sus vecinos. Mientras esperaban el papá encendió la máquina de contestar el teléfono para ver se había algún mensaje. Bruno oyó el sonido familiar. Luego oyó la voz del señor Mendoza.

– Siento mucho que no podremos ir hoy – decía la voz – Ha sido una semana muy ocupada y simplemente no nos sentimos con ánimo de hacer el viaje de cincuenta millas.
– ¿Qué clase de excusa barata es esa? – protesto Bruno – ¡Pobre mami! Se paso todo el tiempo limpiando y cocinando, y todos nosotros ayudamos, y ahora ni siquiera vienen.
– Esto me recuerda a otra persona que preparo una comida especial, pero el invitado no quería venir – dijo el papá mirando a Bruno pensativamente.
– ¿De verdad? – pregunto Bruno ¿Quién no quería venir?
– Tú – respondió el papá. Siguió para explicar – El pastor Walter es un hombre que ama al Señor y le interesa enseñar la Biblia. Cada semana se pasa muchas horas estudiando, preparando un mensaje que es como una comida espiritual para nosotros. El coro y aquellos que dan la música especial, ayuda a preparar la comida espiritual practicando mucho tiempo. Piensa como se deben sentir ellos cuando las personas dan excusas tontas para quedarse en casa y no ir a la Iglesia.

Recuerda:

Muchas personas pasan tiempo preparándose para cada reunión. Quédate ahí para que puedas “comer” la comida espiritual que viene de la palabra de Dios y de la comunión de los cristianos. Como resultado, crecerás en el Señor

Autor: Carolina de Valle

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