Telarañas y cables – Carolina de Valle – Devocional Infantil

Telarañas y cables

Proverbio 3:1telarañas[1]

“Hijo mío, no te olvides de mi ley. Y tu corazón guarde mis mandamientos”.

– Mi maestra de la dominical nos dijo que debiéramos leer la Biblia por nosotros mismos, todos los días, y no solo en los devocionales de la familia – le dijo Nancy a sus padres de regreso a casa, de la Iglesia – Yo firme una tarjeta diciendo que trataría de hacerlo de ahora en adelante.
– Eso es estupendo – dijo su papá – Ya que estas leyendo bien, debieras tener tu propio devocional.

Esa tarde Nancy leyó dos capítulos. Durante dos días después de esa ocasión, ella logro encontrar tiempo para leer algunos versos antes de irse al colegio. Pero a medida que pasaba el tiempo, ella leía menos y menos.

Varia semanas después, cuando Nancy y su mamá se sentaron en el portal de la casa, Nancy dio un pequeño suspiro.

– Mami – dijo ella – Estoy tan enojada con migo misma. Cuando firme la tarjeta diciendo que leería la Biblia cada día, en realidad lo hice sinceramente. Pero se me olvida hacerlo la mitad de las ocasiones. ¿Cómo podre recordar para hacerlo mejor?
– A mí se me olvidaba también leer mi Biblia – le dijo la mamá – Pero hice un hábito leerla a cierta hora del día. Para mí, las mañanas son mejores. Yo trato de dejar que nadie interfiera con mi tiempo de lectura Bíblica. Al hacer esto, he desarrollado un habito, y muy pocas veces me olvido.

De momento Nancy apunto hacia arriba.

– ¡Ah mira! – exclamo – Hay una inmensa telaraña entre el poste y el cable de teléfono.
– Bueno eso es extraño – dijo la mamá riendo – Precisamente estaba pensando en un antiguo proverbio español que dice: los hábitos al principio son como las telarañas, luego como los cables. ¿Qué piensas que significa eso?

Nancy se quedo en silencio por unos minutos.

– Pienso que lo se – dijo ella – al principio los hábitos son fáciles de romper, como las telarañas. Pero si continúas haciendo algo, tu hábito se hará más fuerte y difícil de romper, como el cable.
– Haz de la lectura Bíblica un habito fuerte – dijo la mamá asintiendo con la cabeza – Debieras de levantarte unos quince minutos más temprano cada mañana, para que cada día puedas primero que nada leer tu Biblia.
– Vamos a tratar eso – dijo Nancy asintiendo con la cabeza.

Recuerda:

Toma tu tiempo para leer la Biblia a solas todos los días.

Autor: Carolina de Valle

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