La carta de formalidad – Carolina de Valle – Devocional Infantil

La carta de formalidad

Mateo 6:7la carta

“Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos”.

– ¡Adivina mami! – grito Jaimito cuando él y su papá llegaron a casa después del partido de futbol – Conocí nada menos que a Leonel Messi, y hasta me dio su autógrafo. Imagínate conocer en vivo y en directo a una verdadera estrella del futbol. Mañana voy a llevar su autógrafo al colegio. Los muchachos no van a creer que soy amigo de él.
– Es un poco exagerado llamarlo amigo hijo – dijo el papá – Después de todo solo vistes una vez. Y él conoce todos los días a un montón de gente. Seguramente ya ni se acuerda de tu nombre.
– Apuesto que si – insistió Jaimito – Le voy a escribir una carta mañana a ver si me contesta.

Una semana más tarde, Jaimito llego del colegio y se encontró una carta esperándolo.

– Es una carta de Messi – exclamo.

Y mientras abría el sobre para sacar la carta sonreía muy contento. Sin embargo un momento más tarde su sonrisa desapareció.

– Oh, es simplemente una carta de formalidad – dijo entre dientes – Messi ni siquiera la firmo. Simplemente aparece su nombre.

Cuando la familia se sentó a comer, el papá le pidió a Jaimito que diera gracias a Dios por la comida. Jaimito bajo la cabeza.

– Gracias Padre por esta comida deliciosa – musito rápidamente – Gracia por tus muchas bendiciones. Ayúdanos a hacer tu voluntad. En el Nombre de Jesús Amen. Luego dijo – Oye papi, hoy recibí una carta de formalidad de parte de Messi.
– Pero esto es muy agradable – dijo el papá mientras examinaba la carta – Está escrita muy bien a computadora, y tiene casi una página de largo.
Jaimito miro a su papá muy sorprendido.
– ¿Y qué? – le pregunto – Yo prefería tener dos líneas garabateadas por el propio Messi. Por lo menos sabría que era sincero.
– Ya veo – dijo el papá. Entonces añadió – Jaimito, ¿Tú crees que Dios se siente así respecto a tus oraciones?
– ¿Mis oraciones? – pregunto Jaimito con sorpresa. El papá asintió con la cabeza
– Últimamente solo repites frases sin ser realmente sincero – le dijo – ¿No crees que Dios preferiría oraciones simples y sinceras en vez de un montón de palabras vacías, e impersonales? Piensa sobre lo que estás diciendo mientras oras. Dios merece algo más que una oración de formalidad.

Recuerda:

Ven delante de Dios con reverencia y humildad, dile lo que realmente sientes.

Autor: Carolina de Valle

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