Nadando contra la corriente – Carolina de Valle – Devocional Infantil

Nadando contra la corriente

2° Corintios 6:14

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?”.

Dany miraba como el avión grande de Tokio rodaba por la pista de aterrizaje hasta llegar a la escalerilla. Momentos más tarde, él y su papá saludaron al señor Sato, quien había venido desde Japón para visitarlos.

Cuando llegaron a casa, el señor Sato le entrego a cada miembro de la familia un regalo. Su amigo el japonés armo el regalo de Dany en el patio. Cuando hubo terminado, tres pescados plásticos volaron en el aire desde la punta de un palo de aluminio.

– En Japón tenemos un día especial para los varones – les conto el señor Sato – Ponemos un palo como este, con carpa volando desde el. La carpa es un pescado decidido. Nada contra corriente y conquista obstáculos. Nosotros intentamos enseñarles a nuestros varones a se valientes y fuertes.

Hizo una pausa, y luego añadió con tristeza.

– Pero no lo pueden hacer solos, y muchos de ellos no saben que necesitan confiar en Jesús para llegar a se lo suficiente fuertes para nadar contra la corriente.

Cuando Dany se fue a la cama no podía olvidarse del pez carpa. Había aceptado a Jesús como su salvador pero, ¿Confiaba en Él lo suficiente como para tener fuerzas para nadar contra corriente? Justo el día antes, él junto a otros muchachos habían tratado de fumar marihuana. Dany en realidad no lo quiso hacer, pero, ¿Cómo se podría negar frente a todos los muchachos? Seguro lo hubieran llamado un bebe. Por lo tanto. Se dijo a si mismo que fumar marihuana era cosa de hombres, pero en realidad sabía que era cosas de cobardes. Tenia miedo de que los muchachos se rieran de él, así que lo hiso aunque sabía que estaba mal.

– Querido Señor, perdóname – oró Dany.

Decidido a que con la ayuda de Jesús nunca más fumaria.

Mientras Dany entraba al colegio el próximo día, su amigo Geovany se le hacerco.

– Ve a casa después del colegio – dijo Geovany – Tome más marihuana de mi hermano.

Dany respiro profundo y negó con la cabeza.

– No, no lo voy a hacer más.

Ya, lo había dicho quizás los muchachos se burlen de él, pero Dany nunca antes se había sentido mejor. Así como un hombre. Es su corazón le dio las gracia a Jesús por haberle ayudado a “nadar contra la corriente”.

Recuerda:

Di no a las cosas malas, y con la ayuda de Dios superaras obstáculos

Autor: Carolina de Valle

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